Rio Verde Archaeology / Arqueología del Río Verde
The Río Verde Archaeological Project (RVAP)
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RVAP is directed by Arthur Joyce (University of Colorado, Boulder) and Sarah Barber (University of Central Florida) and is focused on the archaeology of the lower Río Verde Valley on the Pacific coast of Oaxaca. The RVAP research has included large-scale excavations at 7 sites, test excavations at another 12 sites, along with a regional, full-coverage survey.
The earliest evidence for a human presence in the lower Río Verde Valley comes from palynological and charcoal evidence for initial land clearance at ca. 2000 B.C. and from excavations at the Early Formative (1600-850 B.C.) site of La Consentida. Survey and excavation data indicate that the lower Río Verde Valley was only sparsely inhabited before the late Middle Formative period (700-400 B.C.). The first clear evidence for social complexity is found during the Late Formative (400-150 B.C.) when the sites of San Francisco de Arriba and Charco Redondo emerged as demographic and probably political centers. Excavations at the Late Formative village site of Cerro de la Cruz exposed the remains of a public space with evidence of ritual feasting and a communal cemetery.
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By the Terminal Formative (150 B.C.-A.D. 250) a complex regional polity developed with its capital at the 225 ha city of Río Viejo. Communal practices such as the construction and use of monumental buildings, cemetery burials, ritual feasting, and other ceremonial activities at Río Viejo and other sites including Yugüe, Cerro de la Virgen, San Francisco de Arriba, and Charco Redondo resulted in the creation of broader social affiliations. The evidence suggests, however, that centralized political authority was tenuous, and that conflicts of interest as well as rulers’ efforts at political integration were important in shaping this early polity. Monumental constructions included the massive acropolis at Río Viejo where excavations have revealed the remains of a temple and evidence of large-scale ritual feasting. At about A.D. 250, however, the acropolis was abandoned and the Río Viejo polity collapsed.
During the Early Classic (A.D. 250-500) the region was politically fragmented, although Río Viejo reemerged as an urban center and polity seat by the Late Classic (A.D. 500-800). The acropolis was reoccupied at this time and became a focus of commemorative ceremonies involving ritual feasting, human burials, caches, and the emplacement of carved stone monuments. Late Classic Río Viejo was ruled by a dynasty whose portraits were inscribed on a series of stone monuments discovered at the site. At ca. A.D. 800, however, Río Viejo collapsed once again, as did many polities in Mesoamerica. The Early Postclassic (A.D. 800-1100) was marked by political fragmentation and perhaps conflict. The data suggest that there were few distinctions based on wealth and status during the Early Postclassic, although people participated in a vibrant domestic economy and had access to non-local trade goods.
By ca. A.D. 1100, an urban center emerged in the lower Verde region at Tututepec, which grew to cover 22 km2, making it one of the largest sites by area for its time in Mesoamerica. The prehispanic Mixtec codices recount the founding of Tututepec by Lord 8 Deer “Jaguar Claw.” By the time the Spanish arrived in 1522, Tututepec dominated a multi-ethnic empire covering 25,000 km2. Residential excavations at Tututepec indicate that commoners as well as elites benefited economically from the success of the empire.
The results of the RVAP demonstrate that the lower Río Verde Valley was a dynamic and vibrant center of prehispanic culture from the Formative period to the arrival of the Spanish.
El Proyecto Arqueológico Río Verde (PARV)
está dirigido por Arthur Joyce (Universidad de Colorado, Boulder) y Sarah Barber (Universidad de Florida Central) y se enfoca en la arqueología del valle del bajo río Verde en la costa pacífica de Oaxaca. La investigación del PARV ha incluido excavaciones de gran escala en 7 sitios arqueológicos, excavaciones de prueba en otros 12 sitios, y un recorrido regional de cobertura total.
La evidencia más temprana de presencia humana en el valle del bajo río Verde viene de datos palinológicos de adecuación del terreno alrededor de 2000 a.C. y de excavaciones en el sitio de La Consentida que data del Formativo temprano (1600-850 a.C.). Datos obtenidos por recorridos y excavaciones indican que el valle del bajo río Verde fue escasamente habitado antes del periodo Formativo medio (700-400 a.C.). La primera evidencia de complejidad social ocurre en el Formativo tardío (400-150 a.C.), cuando los sitios de San Francisco de Arriba y Charco Redondo aparecen como centros demográficos y probablemente políticos. Excavaciones en Cerro de la Cruz, un pueblo del Formativo tardío, expusieron los vestigios de un espacio público con evidencia de festines rituales y un panteón comunitario.
En el Formativo terminal (150 a.C. – 250 d.C.), una unidad política compleja se había desarrollado con su ciudad capital en Río Viejo, que tenía una superficie de 225 ha. Practicas comunitarias como la construcción y el uso de edificios monumentales, entierros en panteones, festines rituales, y otras actividades ceremoniales en Río Viejo y otros sitios como Yugüe, Cerro de la Virgen, San Francisco de Arriba y Charco Redondo crearon afiliaciones sociales más amplias. Sin embargo, los datos sugieren que la autoridad política centralizada era débil y que conflictos de intereses junto con los esfuerzos de los gobernantes para obtener integración política fueron importantes para formar esta unidad política temprana. Construcciones monumentales incluyeron la acrópolis masiva en Río Viejo donde las excavaciones han revelado los vestigios de un templo y evidencia de festines rituales a gran escala. Sin embargo, alrededor de 250 d.C., la acrópolis fue abandonada y la unidad política de Río Viejo colapsó.
Durante el periodo Clásico temprano (250-500 d.C.), la región estaba políticamente fragmentada, aunque Río Viejo volvió a aparecer como un centro urbano y político por el periodo Clásico tardío (500-800 d.C.). La acrópolis volvió a ser ocupada, ésta vez como lugar central de ceremonias conmemorativas que involucraban festines rituales, entierros humanos, depósitos de materiales y la colocación de monumentos grabados de piedra. Durante el Clásico tardío, Río Viejo fue gobernado por una dinastía cuyos retratos fueron grabados en una serie de monumentos de piedra encontrados en el sitio. No obstante, alrededor de 800 d.C., Río Viejo colapso una vez más, al igual que muchas otras unidades políticas en Mesoamérica. El Posclásico temprano (800-1100 d.C.) fue marcado por fragmentación política y quizás conflictos. Los datos sugieren que había pocas distinciones en tanto a la riqueza y el estatus durante el Posclásico temprano, aunque la gente participaba en una economía doméstica dinámica y tenían acceso a bienes de intercambio de otras regiones.
Para el 1100 d.C., un centro urbano apareció en la región del bajo río Verde en Tututepec, que creció para cubrir más de 22 km², convirtiéndolo en uno de los sitios más grandes en superficie para su época en Mesoamérica. Los códices prehispánicos Mixtecos cuentan la fundación de Tututepec por el Señor 8 Venado “Garra de Jaguar”. Cuando los españoles llegaron a Tututepec en 1522, la ciudad dominaba un imperio multiétnico que cubría más de 25,000 km². Excavaciones residenciales en Tututepec indican que la gente común, así como la elite, se beneficiaron económicamente del éxito del imperio.
Los resultados del PARV demuestran que el valle del bajo río Verde fue un centro cultural prehispánico vivo y dinámico desde el periodo Formativo hasta la llegada de los españoles.